Poner internet en casa no tiene mucho misterio. Creo que fue una de las cosas más fáciles de la mudanza. En el mismo portal recibirás varios folletos de publicidad. Lo que más te gustará serán los precios. Probablemente también tendrás que asumir la tediosa permanencia pero los de la misma manera que las tarifas son más baratas, también lo es la permanencia. España es uno de los países con la tarifas de internet más caras de Europa.
Normalmente, tendrás que pagar algún coste adicional por el reuter y la instalación, pero es bastante asequible. Sobre la línea de teléfono, tienes las dos opciones. Puedes contratar con teléfono o sin. Yo opté por Virgin Media ya que el precio es de unas 24 libras al mes por la conexión. En Edimburgo tienes una tienda en una de las paralelas a Princess Street y puedes ir allí mismo a contratarlo. Te llaman y vienen a casa a instalarlo.
Hasta aquí todo son ventajas. Pero en UK te vas a encontrar con una serie de particularidades en internet. Muchas veces te limitan la velocidad o los gigas de descarga por día. Así que si vais a bajar series o películas, mejor que os pongáis de acuerdo o que las baje una misma persona cada noche y después os las pasáis ya que si consumís más de lo que toca, al día siguiente tendréis problemas con internet.
Otro de los problemas, es que en UK se paga por ver la televisión. Por tanto, cuando intentes ver un partido de fútbol online o telecinco desde UK, a veces te funcionará y otras no ya que «capan» las páginas. No todo iban a ser ventajas.
Días de Edimburgo 